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LA FORMACIÓN DEL ESPÍRITU. SILO 1974


Y AHORA DECIMOS QUE LA ENERGÍA QUE CIRCULA ALREDEDOR DE NOSOTROS PUEDE LOGRAR MAYOR SOLIDEZ A TRAVÉS DEL TRABAJO INTERNO, PUEDE ADJUDICARSE SU PROPIO CENTRO, Y ES ESO QUE NOSOTROS LLAMAMOS ESPÍRITU.
LA FORMACIÓN DEL ESPÍRITU. SILO 1974

Nosotros decimos que sin un centro de gravedad nada puede ser permanente.
Supongamos que yo puedo hacer desaparecer mi cuerpo quedando solo un conglomerado de energía. Entonces una parte de la energía se irá a la calle y la otra parte se irá en otra dirección. Supongamos que nosotros llamamos alma a esta energía, y que esta alma mía está llena de trenes en direcciones opuestas. Entonces, si yo quiero, esa energía se dispara en diferentes direcciones, de tal manera que nosotros no podemos hablar de inmortalidad o cosa similar.
A la disolución del cuerpo le correspondería la disolución de la energía. Mientras mi cuerpo sirve como centro de gravedad a esa energía, esa energía permanece unida. Pero si yo quito el cuerpo, esa energía se disipará. Cuando nosotros hablamos del centro de gravedad, nosotros hablamos de cierta forma que nos permite armonizar esa energía y hacerla ir hacia una dirección central, no hacia fuera. Si yo fuera un hombre practicante de una religión externa, todas mis tendencias se dirigirán hacia Dios, el cielo y cosas externas. Si quito mi cuerpo, la energía también se irá en esas direcciones; Nosotros no tenemos unidad interna, nosotros no tenemos un centro de gravedad.
Nosotros estamos preocupados en crear ese centro de gravedad. Nosotros hemos dicho antes que la energía puede llegar a ser más densa hasta formar cuerpos sólidos. Y ahora decimos que la energía que circula alrededor de nosotros puede lograr mayor solidez a través del trabajo interno, puede adjudicarse su propio centro, y es eso que nosotros llamamos espíritu. Todos los seres vivientes, aún los minerales tienen esa energía. Energía en movimiento o lo que la gente de antaño llamara alma, nosotros podríamos llamarle campo energético. Parece ser que en el ser humano existe la posibilidad del pensar y del sentir sobre uno mismo, hecho diferente que el caso de la planta y del mineral, los cuales dependen de cosas externas. Parece ser que en el ser humano algo puede revertirse sobre sí mismo. Y por lo tanto es en el ser humano donde esa energía puede generar un centro creativo.
El ser humano puede funcionar como funcionan las especies animales. Él puede vivir toda su vida preocupado por cosas externas. El ciertamente puede morir dirigido solo hacia esas cosas que puede percibir por sus sentidos. Así puede pasarse toda su vida sin la creación de un centro de gravedad. Nosotros decimos que el hombre nace sin un centro de gravedad, que su centro de gravedad es provisorio, este centro de gravedad es su cuerpo.
Nosotros decimos que sin un centro de gravedad nada puede ser permanente. Es solo el hombre quien puede lograr permanencia dentro de sí mismo. Y esto solo puede ser adquirido por las instancias de un trabajo interno o por las instancias de un gran amor, aun cuando no esté ese trabajo interno, pero por las instancias de la historia mucha gente ha conocido ese gran amor interno, aun cuando ellos no hayan conocido grandes teorías o formas de trabajo interno. Y ese gran amor interno ha producido unidad, ha roto contradicciones, ha existido bajo estas circunstancias que no son llamadas, son más bien santos.
Los santos son gente cuyo centro de gravedad es realmente fuerte. Estas personas tienen un gran amor interno que es probable que no conozcan. Este no es un problema para algunas gentes. Por otro lado, nosotros encontramos gentes con un gran desarrollo intelectual pero sin desarrollo interno. Nosotros entonces podemos concebir un ser que es muy humilde y que probablemente no sepa leer, ni escribir pero que tenga un gran amor interno. No lo podemos confundir con alguien que pueda saber mucho acerca de estas cosas, pero que no tenga ese centro desarrollado.
De esta forma no significa nada para nosotros en términos de nivel interno, que una persona sepa mucho de estas cosas. Nosotros no podemos medir el nivel de las personas por lo que dicen o pueden explicar, pero sí por lo que puedan experimentar. Y como nosotros no sabemos cómo experimentan otras personas, nosotros no podemos juzgar el nivel interno de una persona y de todas maneras, ¿para qué queremos saber el nivel interno de otras personas? (risas).
 

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