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Sobre el AMOR a la Humanidad


Lunes 22 de noviembre de 2010, por Mario Luis Rodríguez Cobos "Silo"
"Sentir en esta dirección me parece que es un gran avance. Tratar de lograr esa comunicación con lo que llamamos la humanidad me parece un gran avance, pero dar por sentado que sentimos amor por la humanidad me parece que deberíamos revisarlo".



Cuando se siente amor se siente al otro. Cuando uno siente amor por la humanidad en realidad tiene un registro amplio pero sobre todo inspirador.
Ese sentimiento lo lleva a uno a distintas cosas que no son estrictamente el amor. Así que, uno experimenta el amor por lo cercano pero difícilmente lo experimenta por lo lejano que es la humanidad.
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Más que nada uno lo experimenta por la propia tribu, por la familia, padre, madre, a lo mejor por la gente de la localidad donde uno vive porque hay experiencias comunes, pero gentes de otros países, de otros lugares me es más difícil sentirlas y ojalá los que lo dicen lo sientan porque si no lo sienten... y hablan de esas cosas... pecado! (risas)
Entonces ese amor por la humanidad que sería tan importante en este momento, ese amor por la humanidad no me parece que esté tan difundido y que se pueda experimentar realmente, pero sí me parece que se puede hacer un esfuerzo en esa dirección.
Sentir en esta dirección me parece que es un gran avance. Tratar de lograr esa comunicación con lo que llamamos la humanidad me parece un gran avance, pero dar por sentado que sentimos amor por la humanidad me parece que deberíamos revisarlo.
Porque estas cosas que son tan importantes y que al final terminan en una imagen del mundo hay que tratarlas con cierta delicadeza, no con slogans: Yo amo la humanidad! Bueno felíz de ti que logras eso, pero bueno, dónde lo sientes? En el pie, en el corazón? Que te da una respiración profunda? Modificas la realidad, la alucinas de algún modo? Sientes una poesía cuando hablas de la humanidad? Bueno, habría que hacer un trabajito con el otro, sentir al otro y a los otros.
Ese salto del otro a los otros no está en nuestra cultura, está una frase, está un slogan, no está como registro. Yo puedo experimentar el amor por el otro. Pero cómo hago para experimentar el amor por los otros? Yo no daría por sentado y por cerrado este negocio: está claro, sentimos amor por la humanidad (risas).
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Así no avanzamos. Yo tengo en claro que siento amor por otro y yo deseo profundamente sentir amor por los otros, yo trabajo internamente para expandir mi amor y para saber cómo hacer y cómo va mi trabajo tengo experiencias, tengo registros distintos, veo cómo avanzo y yo aspiro algun día a registrar ese amor por la humanidad, pero yo no lo registro y no miento ni me miento y aspiro a ese amor por la humanidad y si yo estoy en esa dirección, entonces tendré que reconocer que estoy amando a la humanidad que está en el pasado y que está también en el futuro.
Es una humanidad que no veo, es una humanidad que vendrá, que vendrá. Podré hacer eso si empiezo a expandir mis sentimientos hacia los otros que están porque los veo que están presentes.
Imagínate llegar a la historia de la humanidad, no hablo de datos historicos, hablo de la humanidad hoy presente que es la continuación de una humanidad que ha trabajado desde hace miles de años, cientos de miles de años.
Cómo puedo experimentar amor por esa humanidad? Es un proceso, siento amor por el proceso humano, algo que va cambiando, y se va transformando, no como una piedra, como algo estático, algo que tiene futuro, algo que me hace apartar todas las piedras del camino.
Silo, Bomarzo - Italia

Banksy y el grafitti arte callejero

 Banksy Flower Thrower          


Banksy y la historia del grafitti. Actualmente el artista británico es uno de los grandes iconos del arte callejero elevando esta forma de exponer sus ideas a movimiento artístico. Sus obras de grafitti están plasmadas por todo el mundo y llevan consigo un mensaje irónico que critica a nuestra sociedad, sobre todo a la política, al racismo y la cultura de masas.

Una de sus principales características es el anonimato, detalle que aumenta aún más la curiosidad de los espectadores por conocer los trabajos de este misterioso artista. No divulgar su rostro ni su nombre reserva sus principios y valora sus mensajes, diferente de artistas como Damien Hirst, por ejemplo, que siempre levantan polémica justamente por la necesidad de protagonismo y por crear un arte meramente comercial.

La explosión del grafitti y consecuentemente del arte urbano se dio en mediados de los años 60 en la ciudad de Nueva York. Los jóvenes firmaban sus nombres y apodos por miles de paredes convirtiéndose en verdaderas celebridades. El grafittero más conocido de esta época era TAKI 183 (“TAKI” seria el diminutivo de su verdadero nombre “Demetrius” y “183” era la calle donde vivía), un mensajero griego que dejaba sus huellas por todos los sitios que pasaba. No hizo falta mucho esfuerzo para que centenas de jóvenes empezasen a imitarle dejando sus marcas en los cantos más imposibles de las ciudades.

Con la fiebre de las firmas, los artistas callejeros han tenido que crear estilos propios para destacar en medio a tantos nombres en las paredes. Sitios arriesgados como montañas, edificios o caligrafías ilegibles eran intentos de resaltar sus letras en la caotica urbe. Cada cual inventó su propia forma de representar a sí mismo en paredes que hablaban por si.

Fue asi que surgió el tagging que conocemos hoy, concentrado en el tamaño, espesura de la letra y colores. La “bubble letter” eran letras más gordas y de colores vivos y el “throw up”, firmas hechas a mano libre y de forma rápida, probablemente por el peligro de pintar en locales prohibidos.

Ya las letras diseñadas en sus detalles y completamente legibles eran llamadas “block letter” exactamente lo contrario de “wild style” que se empeñaba en grafittis difíciles de comprender.

Diez años más tarde, las taggings empezaron a venir acompañadas de imágenes inspiradas en comics, caricaturas, diseños animados. Los trabajos aumentan considerablemente sus dimensiones y la calidad del dibujo se muestra cada vez más profesional. Los artistas, para saciar su sed de ser conocido en todas partes, se unen en grupos para propagar de forma más rápida su mensaje.

Pero ni todo era glamour en el mundo del grafitti, en los años 80 se inició una potente lucha contra este movimiento artístico, aumentando la vigilancia en los sitios preferidos de los artistas e impidiendo la realización de los dibujos con pinturas resistentes, protecciones, vallas, etc. La midia hizo campaña contra ese movimiento, lo que generó un grande declive en su status de arte. Declive este que fue solamente el comienzo de una nueva fase, mucho mejor y mucho más fuerte.

Además de Bansky, otros grandes artistas dejaron sus marcas en las paredes y en la historia del arte. Keith Haring, por ejemplo, que pintaba sus activas figuras en sitios públicos de Nueva York. Aquí en España conocemos actualmente el trabajo de Dos Jotas, un madrileño que tampoco revela su identidad y que lleva su mensaje social interviniendo – también con la ayuda del grafitti – en el paisaje urbano de Madrid y del mundo.

 El último trabajo del 'grafittero'. (Foto: AP)



No dejéis de visitar la web de Banksy.

La conciencia infiere más de lo que percibe - Silo


Un día cualquiera entro en mi habitación y percibo la ventana, la reconozco, me es conocida. Tengo una nueva percepción de ella pero, además, actúan antiguas percepciones que convertidas en imágenes están retenidas en mí.

 Sin embargo, observo que en un ángulo del vidrio hay una quebradura... “eso no estaba ahí”, me digo, al cotejar la nueva percepción con lo que retengo de percepciones anteriores. Además, experimento una suerte de sorpresa. La ventana de actos anteriores ha quedado retenida en mí, pero no pasivamente como una fotografía, sino actuante como son actuantes las imágenes.

Lo retenido actúa frente a lo que percibo, aunque su formación pertenezca al pasado.

Se trata de un pasado siempre actualizado, siempre presente. Antes de entrar a mi habitación daba por sentado, daba por supuesto, que la ventana debía estar allí en perfectas condiciones. No es que lo estuviera pensando, sino que simplemente contaba con ello. La ventana en particular no estaba presente en mis pensamientos de ese momento, pero estaba co-presente, estaba dentro del horizonte de objetos contenidos en mi habitación.

Es gracias a la copresencia, a la retención actualizada y superpuesta a la percepción, que la conciencia infiere más de lo que percibe.

En ese fenómeno encontramos el funcionamiento más elemental de la creencia. En el ejemplo, es como si me dijera: “yo creía que la ventana estaba en perfectas condiciones”. Si al entrar a mi habitación aparecieran fenómenos propios de un campo diferente de objetos, por ejemplo una lancha o un camello, tal situación surrealista me resultaría increíble no porque esos objetos no existan, sino porque su emplazamiento estaría fuera del campo de copresencia, fuera del paisaje que me he formado y que actúa en mí superponiéndose a toda cosa que percibo.

Ahora bien, en cualquier instante presente de mi conciencia puedo observar el entrecruzamiento de retenciones y de futurizaciones que actúan co-presentemente y en estructura. El instante presente se constituye en mi conciencia como un campo temporal activo de tres tiempos diferentes. Las cosas aquí son muy diferentes a las que ocurren en el tiempo de calendario en el que el día de hoy no está tocado por el de ayer, ni por el de mañana. En el calendario y el reloj, el “ahora” se diferencia del “ya no” y del “todavía no” y, además, los sucesos están ordenados uno al lado del otro en sucesión lineal y no puedo pretender que eso sea una estructura sino un agrupamiento dentro de una serie total a la que llamo “calendario”.

Continuemos con lo dicho anteriormente respecto a que la conciencia infiere más de lo que percibe, ya que cuenta con aquello que viniendo del pasado, como retención, se superpone a la percepción actual. En cada mirada que lanzo a un objeto veo en él cosas deformadas. Esto no lo estamos afirmando en el sentido explicado por la física moderna que claramente expone nuestra incapacidad para detectar al átomo y a la longitud de onda que está por encima y por abajo de nuestros umbrales de percepción. Esto lo estamos diciendo con referencia a la superposición que las imágenes de las retenciones y futurizaciones hacen de la percepción.

Así, cuando asisto en el campo a un hermoso atardecer el paisaje natural que observo no está determinado en sí sino que lo determino, lo constituyo por un ideal estético al que adhiero. Y esa especial paz que experimento me entrega la ilusión de que contemplo pasivamente, cuando en realidad estoy poniendo activamente allí numerosos contenidos que se superponen al simple objeto natural. Y lo dicho no vale solamente para este ejemplo sino para toda mirada que lanzo hacia la realidad.

Acampada Sol., Democracia Real Ya (15M) No-violencia SPANISHREVOLUTION

AcampadaSol flautas y barrios
Jornada de reflexion en la Acampada Sol
Acampada Sol Spainishrevolution 15m y ...
Democracia real Ya. 15M La spanishrevolution#
Manifiesto de la Plataforma: "Chernóbil, Fukushima,... ¡Nucleares cierre ya!"

MAS VALE UN NOSOTROS QUE UN YO. SILO. Bomarzo (Italia)

  "No vale la pena tener un Yo. Más vale que tengamos un nosotros (risas) y que se faciliten las cosas en la gente en nosotros y no Yo metido dentro de mi mismo. Solo yo en una isla mental, donde todo lo que pienso, lo que siento, lo que me pasa es ilusorio y sufriente".




En cuanto tratas de entender quién eres, cuando tratas de pensar quién soy, empiezas a hacer, sin darte cuenta, un análisis, una división, mentalmente vas dividiendo.
Yo no soy el de ayer, sin embargo hay algo que se conserva en mí desde que era niño. Pero yo no soy ya ese niño. Qué es lo que se conserva en mí desde que era niño que me permite decir que soy el mismo? Sin embargo no soy el mismo, hay una alucinación permanente (risas) hay algo que me permite decir; sí, sí soy el mismo pero no soy el mismo. Bueno pongámonos de acuerdo (risas). Hay algo que no cambia, y qué no cambia? hasta la ropa cambia, la ropa de antes me queda chica, en poco tiempo más me va a quedar grande (risas).
Bueno qué permanece entonces? El nombre permanece, algo externo, un documento de identidad (risas). Qué más? qué es lo que me da identidad? Quién soy yo, el nombre soy yo? No, el nombre no. Mis experiencias me dan identidad? O yo me recuerdo de un modo muy distinto en un momento y en un modo muy distinto en otro momento.

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Resulta que ni siquiera mi memoria me da permanencia, mis proyectos han cambiado, es decir, mi imaginación de cosas a futuro ha cambiado. Entonces quién soy yo?
Tal vez yo sea simplemente una ilusión. Yo en cuanto yo, tal vez no exista, tal vez sea una sumatoria de cosas, que me producen el registro del Yo, un Yo que no cambia, como si fuera una unidad. Pero si en cambio empiezo a descubrir que ese yo es cambiante, y determino también que si este Yo cambia, no tiene permanencia, es ilusorio, es una sumatoria de cosas, es memoria, es imagen, es recuerdo, es proyecto, pero no es una cosa. Pero yo creí hasta ahora que mi Yo es permanente. Y cuando digo Yo soy el centro del mundo (risas) y lo digo Yo. Ese es el registro de lo universal en mí. Bueno, no es así! (risas). Pero claro, no mortifiquemos a la gente, para qué habríamos de mortificar a la gente?. Porque si ese Yo es ilusorio todas las cosas que creo... bueno, también son un poco ilusorias y todas las cosas por las que sufro también soy un poco ilusorias.
Pero no mortifiquemos a la gente porque si lo que creo, lo que pienso y lo que siento es ilusorio y si mis sufrimientos son también ilusorios, esto que estamos diciendo no ayuda a la gente. Entonces cuando me preguntas por eso yo le escapo a esa pregunta (risas) porque crea muchos problemas, pero de todos modos un pequeño trabajo por preguntarme a mí mismo quién soy yo, me hace reflexionar por cosas que no son tan permanentes, tan seguras, tan inconmovibles y me hace pensar sobre el sentido, pero sin mortificarse, suave, suave.
¿De dónde vengo? es una revisión. ¿Adónde voy? y no lo sé, no lo tengo tanto claro, sería interesante ir aclarando este camino como si en esa reflexión se fuera poco a poco perfilando un futuro. Pero sin mortificarme, si no, crea muchos problemas esa reflexión llevada a la profundidad.
Vamos despacio y entonces este camino es un camino para ir despacio, no para meterse en profundidades en donde termino descubriendo que el Yo desaparece, que mis aspiraciones están movidas por cosas efímeras, que mi sufrimiento se basa en cosas efímeras, que lo que quiero lograr y lo que temo perder, sufro por imaginación, sufro por el recuerdo, sufro por las impresiones de un Yo que móvil. No vale la pena sufrir así! (risas) no vale la pena tener un Yo. Más vale que tengamos un nosotros (risas) y que se faciliten las cosas en la gente en nosotros y no Yo metido dentro de mi mismo. Solo yo en una isla mental, donde todo lo que pienso, lo que siento, lo que me pasa es ilusorio y sufriente. No es negocio. En fin, pero así está bien considerar suavemente quién soy yo a dónde voy.

Viéndose a sí mismo...











Cuando mires a tus compañeros procura mirarte a ti mismo, dijo el maestro al discípulo.


— Pero, ¿no es una actitud egoísta?, cuestionó el discípulo. Si nos preocupamos por nosotros mismos jamás veremos lo que los otros tienen de bueno para ofrecer.


— Ojalá siempre consiguiéramos ver las cosas buenas que están a nuestro alrededor —contestó el maestro— pero, en verdad, cuando miramos al prójimo estamos sólo buscando defectos. Intentamos descubrir una maldad, porque deseamos que sea peor que nosotros. Nunca lo perdonamos si nos hiere porque creemos que jamás seríamos perdonados por él. Conseguimos herirlo con palabras duras afirmando que decimos la verdad, cuando apenas estamos intentando ocultarla de nosotros mismos. Fingimos que somos importantes para que nadie pueda ver nuestra fragilidad. Por eso siempre que estés juzgando a otro ten conciencia de que eres tú quien está en el tribunal.


 


El 15-M es un movimiento noviolento










El 15-M es un movimiento noviolento. Es algo que está tan en su esencia que ni siquiera ha sido una decisión tomada en asamblea: va de suyo, se ha impuesto como una pura evidencia. No decidimos nuestro ADN, partimos de él.
Tan fuerte es esta “decisión no decidida” que nadie por ahora la ha contravenido, a pesar de las provocaciones, los desalojos, las palizas. (Hay otras “decisiones no decididas” que son de todxs conocidas: ser un movimiento horizontal, inclusivo, respetuoso, sin representación, no querer nada con siglas y con partidos políticos, etc.).
La noviolencia no significa noconflicto. Hemos ocupado plazas, nos hemos manifestado sin permiso, hemos bloqueado desahucios, hemos echado a la policía de los barrios… Es decir, la noviolencia del 15-M no es pasiva, no es acatamiento de la legalidad ni asunción de los términos convencionales de la política, sino que es activa, rebelde, desobediente y creativa.
La opción por la noviolencia no es una opción por rehuir el conflicto, sino por plantearlo en los propios términos, escogiendo los escenarios y marcando los ritmos.
De hecho, el 15-M ha podido hacer lo que otros movimientos más “radicales” llevan años intentando sin ningún éxito. Es cuestión de fuerza. El movimiento 15-M tiene la fuerza que otros movimientos no tuvieron.
¿Qué significa tener fuerza? Tiene fuerza quien puede alterar y modificar la realidad, cuestionar las agendas dominantes e im-poner los propios problemas, hacer ver lo que se quería ocultar y decir lo que está prohibido decir, transformar las vidas, los lazos y las vibraciones entre los seres humanos.
Violencia y fuerza no son sinónimos. La fuerza que unx tiene no se mide por el nivel de violencia que puede ejercer. La fuerza del 15-M pasa (entre otras muchas cosas) por su capacidad para acoger la pluralidad, llevar la iniciativa y ser imprevisible. Si el movimiento 15-M ha “decidido” ser noviolento es porque intuye muy claramente que las acciones violentas -agresión, intimidación o amenaza, disturbios y enfrentamiento con la policía- debilitarían esas tres claves de su fuerza.
El poder lleva buscando clarísimamente imágenes de disturbios desde el primer desalojo de Plaza Cataluña: son imágenes mil veces vistas que confirman todos los clichés que dividen y aislan a los que protestan del resto de la población. El movimiento ha sido súper-inteligente al desertar continuamente de los escenarios que nos preparan y en los que nos esperan. Nos salimos por la tangente. Resulta llamativo que desde el interior del movimiento todavía haya quien esté dispuesto a proporcionar al poder político y mediático las imágenes que está pidiendo para erosionar el apoyo social y la legitimidad ancha del 15-M.
Nos salimos por la tangente porque no queremos que nos empujen a la ya muy conocida espiral de represión/detenidos/heridos/miedo/rencor/reacción/campañas antirrepresivas, donde perdemos toda la iniciativa para seguir haciendo preguntas a la sociedad sobre cómo queremos vivir juntos, cómo queremos gobernamos, qué se hace con la riqueza que producimos entre todos, etc.
La violencia nos hace previsibles: refuerza las posiciones y los roles (policía represor/manifestante víctima). Llamar “hijo de puta” a un policía confirma la situación y el reparto de los papeles. Cada cual ya sabe quién es, qué identidad tiene y qué debe sentir hacia el otro. Seguramente no es algo muy grave, pero tampoco tiene nada de subversivo. Por el contrario, los gestos que hemos visto a menudo en las manifestaciones del 15-M de interpelar positivamente a la policía, con formas de comunicación irónica o empática, descolocan la situación: desconciertan, incomodan e inquietan, interrumpen los automatismos, cuestionan los clichés, hacen preguntas, cortocircuitan lo previsible, lo que cada cual sabe que tiene qué pensar, hacer y sentir.
Nosotrxs frente a la policía. La policía frente a nosotrxs. Es una imagen demasiado cómoda de lo que hacemos, es una línea de separación demasiado simple. Nuestra lucha no es así. El enemigo con el que nos batimos es una “lógica” que, en primer lugar, nos atraviesa a nosotros mismos (por ejemplo, en las mil decisiones cotidianas por las cuales sostenemos este sistema del que formamos todxs parte porque no hay ningún afuera). Hay una gran “potencia de humanización” en el movimiento 15-M. Decimos que somos seres humanos y no mercancías en manos de políticos o banqueros. Por la misma razón, podemos pensar que un policía es mucho más que su “función” y dirigirnos así a su humanidad (cuando tratamos de entablar diálogo o les recordamos que ellos también están hipotecados, pero también cuando les gritamos “vergüenza” ante un desahucio o una redada).
¿Violencia y no violencia son compatibles? La experiencia dice que la violencia se coloca siempre en el centro de lo que ocurre, como si fuera un torbellino que succiona y arrastra todo lo demás. La noviolencia puede expresarse de muchos modos, la violencia sólo de uno. En las acciones noviolentas cabe mucha gente distinta, en las acciones violentas siempre participa un tipo de gente muy determinada (hombre, joven, con papeles, etc.). Queremos afirmar, tanto en las formas de organización como en los modos de estar en la calle, los rasgos de nuestro ADN: horizontalidad, apertura, multiplicidad.
Perder la iniciativa, perder la pluralidad, perder la imprevisibilidad implica perder la fuerza. Fuerza es radicalidad. La noviolencia es lo que nos ha hecho y nos hace más fuertes y más radicales.